Los niños de todas las edades están expuestos a ideas sobre la delgadez proporcionadas por los padres, el grupo y otras fuentes. A partir de la escuela primaria, los niños se vuelven más conscientes sobre la imagen corporal al tiempo que se comparan con los demás. Los adolescentes a menudo se inquietan extremadamente sobre su cuerpo y su peso. Esto es entendible dado que les están ocurriendo cambios físicos considerables. Las imágenes poco realistas que los medios transmiten sobre el cuerpo ideal también se suman a sus inquietudes.
Hay muchas maneras en que los adultos pueden ayudar a los niños y adolescentes a desarrollar una visión saludable de sí mismos y a reducir su riesgo de tener un trastorno de la alimentación:
Elogie a los niños por las cosas que hacen, no siempre por su aspecto. Al comentar sobre el aspecto de los niños, concéntrese en sus ojos, el cabello o la sonrisa, no en su estatura, peso, talla o forma del cuerpo. Hable en términos de la salud, la personalidad, los logros en la escuela, el nivel de actividad y otras opciones de estilo saludable de su hijo.
Evite hacer comentarios que vinculen ser delgado con ser popular o saludable.
Enseñe a los niños a cuidar bien el cuerpo.
Dedique un tiempo a examinar sus propias creencias y actitudes sobre hacer dieta y el peso. ¿Está siempre haciendo dieta? ¿Se siente irritado o ansioso si se salta una sesión de ejercicio? Recuerde que usted es un modelo poderoso para su hijo.
Trate de no decir cosas negativas sobre su propio cuerpo ni comparar su cuerpo con el de otras personas.
Evite criticar a otras personas, incluyendo familiares, por su aspecto, especialmente delante de niños y adolescentes.
Evite exigir a niños y adolescentes a destacarse más allá de sus capacidades en la escuela, los deportes u otras actividades.
Dé a los niños y adolescentes algo de libertad para tomar decisiones que sean adecuadas para su edad y madurez.
Haga que los niños y adolescentes rindan cuentas y sean responsables de sus acciones.
Hable con sus hijos pequeños y adolescentes todos los días para saber lo que está pasando en la escuela y con sus amigos. Escuche sus inquietudes.
Deles apoyo a sus hijos pequeños y adolescentes. Ayúdeles a resolver sus propios problemas de maneras que piensen que funcionarán. Evite dar demasiados consejos o tratar de resolverles los problemas. Esté preparado para ayudarles si sus soluciones no funcionan.
Hable con sus hijos pequeños y adolescentes acerca de sus héroes y adultos favoritos en su vida. Aliéntelos a tener muchas clases de héroes.
Elogie a sus hijos pequeños y adolescentes por las cosas que los diferencian de otras personas.
Autor: El personal de Healthwise Evaluación médica: Kathleen Romito MD - Medicina familiar Adam Husney MD - Medicina familiar W. Stewart Agras MD, FRCPC - Psiquiatría