Generalidades
Independencia, individualidad, identidad y autoestima son palabras frecuentemente repetidas para el desarrollo afectivo y social de una persona en los primeros años de la adolescencia.
Los niños en edad escolar primaria tienen fuertes vínculos con sus familias y quieren complacer a sus padres. Los años entre los 11 y los 14 son una transición entre la niñez y la adultez. Como corresponde, los adolescentes comienzan a sentir la necesidad psicológica de volverse más independientes de sus familias. Esto a veces se ve en un interés total en los amigos y los pasatiempos adolescentes. En los primeros años de la adolescencia, las personas tienden a formar fuertes amistades del mismo sexo. Pueden tener vínculos y sentimientos tan fuertes que pueden preguntarse si pudieran ser gay o lesbianas.
Los adolescentes a menudo pierden interés en los asuntos familiares. Cuando están en el hogar, tal vez quieran estar solos, pasando tiempo en su habitación con la música a todo volumen.
Buscar la independencia es un paso saludable y necesario, aunque a menudo es malentendido. Los adolescentes pueden tener períodos de estar silenciosos y distantes, y los padres pueden sentirse heridos por esta conducta. Pero es normal para la edad. Cuando los adolescentes están con sus padres, esto les recuerda que son niños, aun si los padres no los tratan de ese modo, y quieren sentirse como adultos. Con frecuencia, mientras más tratan los padres de aferrarse a la imagen de la infancia de sus hijos, más independencia suelen afirmar los adolescentes.
Con la independencia surge la necesidad de tener una identidad individual. Para establecer su identidad, muchos adolescentes se asocian con sus pares y se esfuerzan por independizarse de la familia. El grupo de pares a menudo reemplaza, al menos en parte, a los padres como fuente de apoyo y consejo. Los adolescentes frecuentemente expresan su individualidad vistiéndose como sus amigos o participando en las mismas actividades, como andar en patinete o estar en el equipo de porristas.
Algunos padres toman este cambio de actitud como un ataque personal, aunque sea una parte normal del desarrollo social y afectivo del adolescente. Recuerde: Su hijo se está afirmando como individuo y eso a menudo significa no ser como usted. ¡Así que prepárese!
Los adolescentes con una autoestima saludable pueden ser menos vulnerables a la presión del grupo de pares. Cuando se enfrentan con decisiones difíciles, tienen mejor capacidad de apelar a los valores aprendidos en el hogar.