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Bipolar Disorder in Children and Teens

Generalidades de la afección

¿Qué es el trastorno bipolar?

El trastorno bipolar causa cambios de estado de ánimo con altibajos (manías y depresión) extremos. Cuando las personas con este problema están "arriba", tienen arrebatos breves e intensos, o se sienten irritables o extremadamente felices (manía) varias veces casi todos los días. Tienen mucha energía y un alto nivel de actividad. Cuando están "abajo", se sienten deprimidos y tristes.

¿Cuál es la causa del trastorno bipolar?

Los expertos no comprenden por completo la causa del trastorno bipolar, pero creen que pueden estar involucrados muchos factores.

Parece ser hereditario. Su hijo tiene un mayor riesgo de tenerlo si un familiar cercano, como uno de los padres, abuelos, hermanos o hermanas lo tiene.

¿Cuáles son los síntomas?

En niños y adolescentes, los estados de ánimo cambian rápidamente de un extremo a otro sin una razón clara. Pero para que un niño tenga trastorno bipolar, estos cambios de ánimo deben ser diferentes de los estados de ánimo usuales del niño y deben producirse con otros síntomas o cambios en el comportamiento. Estos períodos claramente distintos con cambios en el estado de ánimo y en el comportamiento se llaman episodios anímicos. Las personas con trastorno bipolar tienen episodios anímicos de manía y de depresión.

Los períodos de manía (subidas) o depresión (caídas) pueden ser menos evidentes en los niños y en los adolescentes que en los adultos.

  • Un episodio maníaco dura al menos una semana. Es un período de ánimo extremadamente feliz, agresivo y/o enojado que ocurre con algunos de los siguientes síntomas. El niño o el adolescente puede:
    • Tener poca necesidad de dormir.
    • Tener altos niveles de energía.
    • Tener extremada confianza en sí mismos.
    • Hablar muy rápido.
    • Tener muchos pensamientos a la vez.
    • Parecer muy distraídos e incapaces de concentrarse.
    • Tocarse los genitales, utilizar lenguaje sexual y tratar a los demás de una manera sexual.
    • Actuar de manera inadecuada o ser indiscretos en situaciones sociales.
  • Un episodio de depresión es un período de ánimo triste, bajo o irritable que ocurre con algunos de los siguientes síntomas. El niño o el adolescente puede:
    • No encontrar placer en cosas que normalmente disfruta.
    • Tener poca energía o sentirse "lento".
    • Tener cambios en los hábitos del sueño y el apetito.
    • Tener baja autoestima.
    • Sentirse culpable o que no vale nada.
    • Retraerse de amigos o de la familia.
    • Tener dificultad para concentrarse.
    • Tener pensamientos sobre la muerte o el suicidio.

¿Cómo se diagnostica el trastorno bipolar en niños y adolescentes?

Este trastorno puede ser difícil de diagnosticar en niños y adolescentes. Los síntomas pueden parecerse mucho a los de otros problemas, como:

A menudo, el trastorno bipolar puede ocurrir junto con estos problemas.

Si su médico piensa que su hijo pequeño o adolescente puede tener trastorno bipolar, es posible que le haga preguntas acerca de los sentimientos de su hijo y su comportamiento. Su médico también podría darles a usted y a su hijo pruebas escritas para precisar la gravedad de la manía o de la depresión.

El médico puede hacer otras pruebas (por ejemplo, un análisis de sangre) para descartar otros problemas de salud. Es posible que le pregunte si hay antecedentes familiares de enfermedad mental o de problemas con las drogas o con el alcohol. Cualquiera de estos problemas puede estar relacionado con el trastorno bipolar.

¿Por qué es importante el diagnóstico temprano del trastorno bipolar?

Los niños con este trastorno tienen más probabilidades de tener otros problemas. Estos incluyen consumo de drogas y alcohol, problemas en la escuela, escaparse del hogar, peleas e incluso el suicidio. Tratar la enfermedad tan pronto como sea posible tal vez pueda evitar que su hijo tenga estos problemas.

Esté atento a las señales de advertencia de suicidio, que cambian con la edad. Las señales de advertencia de suicidio en niños y adolescentes pueden incluir pensar mucho en la muerte o el suicidio. Vigile también cosas que puedan desencadenar un intento de suicidio, como una ruptura reciente de una relación o la pérdida del padre o de la madre o de un miembro cercano de la familia por muerte o por divorcio.

¿Cómo se trata?

Los cambios de humor que acompañan al trastorno bipolar pueden ser un desafío. Pero pueden controlarse bien con el tratamiento correcto. El tratamiento suele incluir medicamentos (como estabilizadores del estado de ánimo) y asesoría psicológica.

Una parte importante del tratamiento consiste en asegurarse de que su hijo tome su medicamento. Los niños y adolescentes con este trastorno a veces dejan de tomar sus medicamentos cuando se sienten mejor. Pero sin medicamentos, sus síntomas suelen reaparecer.

Los medicamentos para el trastorno bipolar en adultos han sido bien estudiados. Pero se están realizando más investigaciones de cómo funcionan los medicamentos y si son seguros para niños y adolescentes.

Mantener un horario regular de sueño y vigilia es un paso importante en el manejo del trastorno bipolar. Fije un horario regular de sueño y vigilia para su hijo, para asegurarse de que se vaya a la cama y se despierte a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana.

Aceptar que su hijo tiene un trastorno bipolar puede ser difícil. El trastorno puede ser un problema grave y permanente. Su hijo necesitará tratamiento a largo plazo y deberá ser vigilado cuidadosamente. Al colaborar con el médico de su hijo, usted puede encontrar un tratamiento que funcione para su hijo.

Causa

La causa del trastorno bipolar no está bien comprendida.

Parece ser hereditario. Su hijo tiene un riesgo mayor de tener trastorno bipolar si un familiar cercano, como alguno de los padres, abuelos, hermanos o hermanas lo tienen.

Los eventos estresantes o traumáticos pueden desencadenar episodios de manía o de depresión en un niño que tiene trastorno bipolar. Aunque es normal que este tipo de eventos causen cambios de estado de ánimo, estas reacciones son mucho más extremas en niños con trastorno bipolar.

Algunas veces, los síntomas de manía se producen como resultado de otra afección médica, como una glándula tiroidea hiperactiva (hipertiroidismo) o esclerosis múltiple. Los síntomas también pueden aparecer como un efecto secundario de algunos medicamentos, como los corticosteroides o los antidepresivos. El uso de drogas o alcohol, consumir demasiada cafeína o no dormir lo suficiente, también puede desencadenar un episodio maníaco.

Síntomas

El trastorno bipolar provoca ciclos de manía (o hipomanía, una forma menos grave de manía) y depresión. Los diferentes tipos de trastorno bipolar se basan en si una persona tiene síntomas más graves de manía o de depresión.

  • Con el trastorno bipolar I, los estados de ánimo oscilan entre la manía y la depresión, a veces con períodos de estado de ánimo normal entre los extremos. Todos los niños con este trastorno presentan episodios de manía, pero los episodios de depresión varían. Por ejemplo, algunos niños sí tienen depresión, mientras que otros raramente están deprimidos.
  • Con el trastorno bipolar II, la depresión es más grave que la manía. Y los episodios maníacos pueden durar menos días y ser menos intensos.
  • En la ciclotimia, los cambios de estado de ánimo altos y bajos no son tan graves como en la manía y en la depresión que se observan en el trastorno bipolar I o en el trastorno bipolar II.
  • El bipolar no especificado (NOS, por sus siglas en inglés) se diagnostica cuando los síntomas de la manía y de la depresión no son lo suficientemente frecuentes ni graves como para los diagnósticos mencionados.

En niños y en adolescentes jóvenes, el trastorno bipolar tiende a ser de ciclo rápido o de ciclo mixto:

  • Ciclo rápido significa que ha habido al menos cuatro cambios entre la depresión y la manía en los últimos 12 meses. Estos cambios se producen rápidamente, a veces en el mismo día. A menudo, los cambios se producen sin un retorno a un estado de ánimo normal entre los extremos.
  • Ciclo mixto (también conocido como de rasgos mixtos) se refiere a que los síntomas de la manía y de la depresión ocurren al mismo tiempo.

A continuación se presentan algunos de los síntomas comunes del trastorno bipolar en niños y adolescentes.nota 1

Síntomas de depresión

  • Estado de ánimo triste o irritable continuo
  • Pérdida de interés en actividades que el niño disfrutaba en el pasado, como pasatiempos, deportes, juegos o amigos
  • Cambios significativos en el apetito o en el peso corporal (adelgazamiento o aumento de peso)
  • Dormir demasiado o muy poco o tener problemas para conciliar el sueño
  • Lentitud de movimientos del cuerpo o intranquilidad
  • Falta de energía o pérdida de energía
  • Sentimientos inapropiados de culpa o de que uno no vale nada
  • Problemas para concentrarse
  • Pensamientos recurrentes o hablar acerca de la muerte o el suicidio
  • Dolores de cabeza, musculares o estomacales

Síntomas maníacos

  • Cambios bruscos de estado de ánimo, de estar extremadamente irritable a estar excesivamente "tonto" y eufórico
  • Exceso de energía, como la capacidad de seguir adelante sin cansarse mientras que sus compañeros se cansan
  • Menor necesidad de dormir, como, por ejemplo, pasar días durmiendo muy poco y no estar cansado
  • Hablar demasiado o demasiado rápido, cambiar de tema con demasiada rapidez y no permitir interrupciones
  • Mayor distracción y pasar constantemente de una cosa a otra
  • Megalomanía, como una autoestima exagerada o creer en capacidades o poderes irreales
  • Aumento en pensamientos, sentimientos y actividades sexuales, y mayor uso de lenguaje sexual (hipersexualidad)
  • Aumento de la obsesión por alcanzar metas o participar en demasiadas actividades
  • Comportamiento arriesgado, alocado y en busca de emociones

Durante los episodios graves de manía, su hijo puede sufrir síntomas de psicosis, como tener alucinaciones o delirios de grandeza (por ejemplo, decirle a la gente que un grupo de rock viene a su fiesta de cumpleaños).

El trastorno bipolar a menudo ocurre junto con otras afecciones, como el trastorno de conducta. Y cada afección requiere tratamiento.

Si no se trata, el trastorno bipolar puede conducir al suicidio. Las señales de advertencia del suicidio en niños y adolescentes pueden incluir preocupación con la muerte o el suicidio, o la ruptura reciente de una relación.

A veces se confunde el trastorno bipolar en niños con otras afecciones con síntomas similares, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (ADHD, por sus siglas en inglés). Aunque hay alguna evidencia de una relación entre el ADHD y el trastorno bipolar, las afecciones tienen características particulares que normalmente se pueden identificar.

En los niños pequeños, los síntomas de manía son algo más que una molestia para los adultos y para otros niños de vez en cuando. Por ejemplo, muchos niños pueden actuar como bobos y reír hasta un punto en el que molesten en ocasiones a sus padres. Esto no se considera como un signo de la manía. Pero si un niño actúa como bobo y se ríe durante varias horas, varias veces casi todos los días, y esto está interrumpiendo la rutina habitual de la familia, entonces podría ser un síntoma de manía.

Qué sucede

A menudo, las primeras señales del trastorno bipolar son malhumor o insatisfacción intensos, u otros síntomas de depresión. Es común que a los niños con trastorno bipolar se los diagnostique primero solo con depresión y que luego se los diagnostique con trastorno bipolar.

Un primer episodio maníaco o hipomaníaco puede ser desencadenado por una situación de estrés o por ciertos medicamentos. O puede ocurrir sin una causa evidente.

Los niños con trastorno bipolar pueden:

  • Tener problemas para empezar a funcionar en la mañana, pero luego tener una energía intensa al final del día.
  • Faltar a la escuela con frecuencia o hablar de escapar de su hogar.
  • Aislarse socialmente y ser excesivamente sensibles a cualquier tipo de rechazo o crítica.
  • Comportarse de manera irresponsable, correr riesgos y no pensar en las consecuencias, o tener problemas para hacer amigos y mantenerlos.

Niños pequeños

Además de tener síntomas maníacos, los niños pueden tener rabietas intensas parecidas a convulsiones cuando se les dice que "no" a algo. Un niño con trastorno bipolar puede patear, morder, golpear y hacer comentarios llenos de odio, incluyendo amenazas y maldiciones. Durante las rabietas, las cuales pueden durar horas, un niño puede destruir cosas o ponerse cada vez más violento.

Los niños pequeños con trastorno bipolar pueden tener estados de ánimo más extremos de felicidad o de actuar como bobos que la mayoría de los niños.

Adolescentes

El comportamiento maníaco de un adolescente con trastorno bipolar puede causar problemas como:

  • Suspensión de la escuela.
  • Ser arrestado como consecuencia de peleas o consumo de drogas.
  • Un embarazo no deseado.
  • Una infección de transmisión sexual (STI, por sus siglas en inglés) debida a un comportamiento sexual inseguro.

Durante los episodios depresivos, un adolescente puede tener bajo desempeño en la escuela y puede dejar de participar en actividades que antes disfrutaba, como estar en un equipo deportivo.

Esté alerta a señales de advertencia del suicidio, que pueden incluir preocupación por la muerte o el suicidio, o la ruptura reciente de una relación.

El abuso de sustancias es común. El médico de su hijo podría recomendar una evaluación para problemas de abuso de sustancias y trastorno bipolar si su hijo parece sufrir de una u otra afección.

Tratamiento de otras afecciones

Algunas veces, el tratamiento para otras afecciones puede hacer que el trastorno bipolar de su hijo empeore. Por ejemplo:

  • Tratar la depresión con antidepresivos puede desencadenar un episodio maníaco o empeorar uno.
  • El tratamiento del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (ADHD) con estimulantes también puede desencadenar manía grave, depresión e incluso psicosis (pérdida de contacto con la realidad).
  • El tratamiento con corticosteroides para enfermedades como el asma también puede desencadenar un episodio maníaco o depresivo.

Podría ser necesario suspender los medicamentos que intensifican los síntomas bipolares, o cambiar a una dosis diferente o cambiar de medicamento. Algunas veces, un medicamento adicional (como, por ejemplo, un estabilizador del estado de ánimo) puede resolver el problema. Sin embargo, cada niño responde a los medicamentos en forma diferente. Y es posible que su médico tenga que hacer varios intentos antes de que pueda identificar un medicamento, una dosis o una combinación de medicamentos eficaz para las afecciones de su hijo.

Qué aumenta el riesgo

El riesgo de su hijo de tener trastorno bipolar u otros trastornos del estado de ánimo es mayor si el niño:

  • Tiene un familiar cercano, como padres, hermanos o abuelos con trastorno bipolar u otro trastorno del estado de ánimo.
  • Tiene antecedentes familiares de problemas con el alcohol o las drogas. Estos familiares podrían estar usando alcohol o drogas como una manera de lidiar con un trastorno psicológico.

Cuándo pedir ayuda

Llame al 911 o a otros servicios de emergencia de inmediato si:

  • Su hijo está pensando seriamente en suicidarse o ha intentado suicidarse recientemente. Las señales graves incluyen estos pensamientos:
    • Decidir de qué manera suicidarse, como con un arma o medicamentos.
    • Establecer una hora y tener un plan.
    • Pensar que no hay otra manera de resolver el problema o de poner fin al dolor.
  • Su hijo siente que no puede evitar lastimarse a sí mismo o a otra persona.

Dónde conseguir ayuda las 24 horas del día, 7 días a la semana

Si su hijo habla de suicidio, autolesionarse, una crisis de salud mental, una crisis por consumo de sustancias o cualquier otro tipo de angustia emocional, consiga ayuda de inmediato. Usted puede:

  • Marcar 988 para llamar a la línea de prevención del suicidio y crisis.
  • Llamar al 1-800-273-TALK (1-800-273-8255).
  • Enviar un mensaje de texto que diga HOME al 741741 para acceder a la línea de mensajes de texto en casos de crisis.

Considere guardar estos números en su teléfono.

Llame a un médico ahora mismo si:

  • Su hijo oye voces.
  • Su hijo ha estado pensando mucho sobre la muerte o el suicidio, pero no tiene un plan para suicidarse.
  • A su hijo le preocupa mucho que los sentimientos de depresión o los pensamientos suicidas no desaparezcan.

Busque atención médica pronto si:

  • Su hijo tiene síntomas de depresión o manía, tales como:
    • Sentirse triste o sin esperanza.
    • No disfrutar de nada.
    • Tener problemas con el sueño.
    • Sentirse culpable.
    • Sentirse ansioso o tenso.
    • Sentirse extremadamente feliz o muy malhumorado.
    • Hablar demasiado rápido o más de lo habitual.
    • Estar más activo de lo habitual.
    • Tener problemas de concentración al tener demasiados pensamientos al mismo tiempo (pensamientos desenfrenados).
    • Actuar de manera inapropiada o entrometerse en entornos sociales.
    • Tocarse los genitales, usar lenguaje de índole sexual y acercarse a otras personas de forma sexual.
    • Demostrar un comportamiento arriesgado, descontrolado y de búsqueda de emociones.
  • Su hijo ha sido tratado por depresión durante más de 3 semanas, pero no está mejorando.

Apoyo familiar

Es mejor forjar una relación a largo plazo con los proveedores de atención médica de su hijo. Así, cuando ocurre un episodio depresivo o maníaco, los proveedores de atención pueden reconocer los cambios en el comportamiento del niño y brindar consejos rápidos sobre el tratamiento.

Si usted es un familiar de un niño con trastorno bipolar, es muy importante que obtenga el apoyo y la ayuda que necesita. Vivir con una persona que tiene trastorno bipolar o cuidar de ella realmente puede alterar su propia vida. Los episodios maníacos pueden ser más difíciles. Conseguir su propio consejero o terapeuta para que lo apoye puede ayudar.

Además, algunas organizaciones nacionales de apoyo pueden tener un capítulo local en su área o brindar información en línea. Ejemplos de tales grupos incluyen la Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales (National Alliance on Mental Illness, o NAMI) y la Fundación Bipolar para Niños y Adolescentes (Child and Adolescent Bipolar Foundation).

Exámenes y pruebas

No existe ninguna prueba de laboratorio que pueda diagnosticar el trastorno bipolar. Los médicos hacen el diagnóstico a través de una combinación de:

  • Un historial médico, haciendo preguntas para ayudar a identificar otros problemas de salud anteriores y actuales que pueden causar los síntomas.
  • Antecedentes familiares para identificar el trastorno bipolar, otros trastornos del estado de ánimo, o problemas de drogas o alcohol en familiares cercanos. (Todas estas afecciones están relacionadas con el trastorno bipolar).
  • Un examen físico, el cual puede descartar otras afecciones con síntomas similares.
  • Una evaluación de salud mental, que puede ayudar a identificar el estado mental actual de su hijo y la gravedad de la depresión o de la manía.
  • Otras pruebas de salud mental escritas u orales.

Antes de recetar medicamentos para tratar el trastorno bipolar, su médico le hará preguntas acerca de una posible conducta suicida.

Generalidades del tratamiento

Los cambios de estado de ánimo y otros síntomas del trastorno bipolar son un desafío, pero pueden ser bien controlados. El tratamiento generalmente incluye medicamentos (como estabilizadores del estado de ánimo) y asesoría psicológica. A menudo, es necesaria una combinación de ambos.

Medicamentos

Una parte importante del tratamiento consiste en asegurarse de que su hijo tome su medicamento para el trastorno bipolar. A menudo, las personas que se sienten mejor después de tomar su medicamento por un tiempo creen que están curadas y que ya no necesitan tratamiento. Pero cuando una persona deja de tomar el medicamento, los síntomas suelen reaparecer, por lo que es importante que su hijo siga el plan de tratamiento.

Asesoría psicológica

La asesoría psicológica funciona mejor cuando los síntomas del trastorno bipolar son controlados con medicamentos. Para obtener más información sobre los tipos de asesoría psicológica utilizados para tratar el trastorno bipolar, vea Otro tratamiento.

Tratamiento en el hogar

El tratamiento en el hogar incluye ayudar a que su hijo haga ejercicio regularmente, que se alimente en forma equilibrada y que tenga un horario regular de sueño. Para más información, vea Tratamiento en el hogar.

Tratamiento en el hospital

Si el comportamiento de su hijo es suicida, agresivo, imprudente o peligroso, o si está fuera de contacto con la realidad (psicótico) o es incapaz de funcionar, el niño puede necesitar ir al hospital por un tiempo. Además, muchos medicamentos pueden empeorar los síntomas del trastorno bipolar. Si su hijo está tomando alguno de estos medicamentos, es posible que tenga que disminuirlo poco a poco y luego suspenderlo. Esto solo debe hacerse bajo la supervisión de un médico.

Impacto en la familia

El trastorno bipolar tiene un gran impacto tanto en el niño como en su familia. Un tratamiento exitoso requiere que el niño y los familiares del niño sepan lo que sucede en el trastorno bipolar y que los familiares ayuden a asegurarse de que el niño siga el tratamiento.

Puede llevar un tiempo para que usted y su hijo acepten que el niño tiene una afección grave y de largo plazo que requiere tratamiento continuo y vigilancia constante. Pero tenga en cuenta que al colaborar con el médico de su hijo, usted y su hijo pueden encontrar un tratamiento que funcione.

Prevención

El trastorno bipolar no se puede prevenir. Pero hay maneras de ayudar a controlar o prevenir los cambios de estado de ánimo.

La primera y más importante medida preventiva es asegurarse de que su hijo tome sus medicamentos según las indicaciones. El trastorno bipolar es una enfermedad a largo plazo y con frecuencia requiere tratamiento de por vida con medicamentos.

La reducción del estrés, dormir y hacer ejercicio regularmente, y seguir una rutina diaria pueden ayudar a prevenir los cambios de estado de ánimo y pueden ayudar con los síntomas de la depresión y la manía.

Cuidado personal

Aprender todo lo que pueda sobre el trastorno bipolar puede ayudarle a reconocer los cambios del estado de ánimo de su hijo a medida que empiezan a ocurrir. La detección y el tratamiento temprano de estos cambios de estado de ánimo pueden ayudar a reducir la duración del episodio maníaco o depresivo y mejorar la calidad de vida de su hijo.

Hay medidas que puede tomar en el hogar para reducir los síntomas de su hijo.

  • Mantenga la habitación de su hijo tranquila, y haga que su hijo se acueste todas las noches a la misma hora.
  • Controle el nivel de estrés en la vida de su hijo. Es posible que tenga que buscar la manera de ayudar a su hijo a reducir las demandas escolares durante los momentos de manía o depresión grave.
  • Aprenda a reconocer las señales tempranas de advertencia de los episodios maníacos y depresivos de su hijo.

Los pasos que su hijo puede dar para ayudar a controlar los estados de ánimo incluyen:

  • Hacer suficiente ejercicio. Durante un episodio depresivo, el niño puede sentir ganas de hacer solo ejercicios suaves, como caminar o nadar.
  • Dormir lo suficiente y mantener un horario constante de sueño.
  • Alimentarse en forma equilibrada.
  • Evitar el consumo de alcohol o drogas. El trastorno por consumo de sustancias empeora el trastorno bipolar.
  • Evitar las bebidas que contienen cafeína, como el café, el té, las bebidas de cola y las bebidas energéticas. La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) recomienda que los niños y adolescentes no beban bebidas energéticas.nota 2
  • Aprender a reconocer las señales tempranas de advertencia de episodios maníacos y depresivos.
  • Pedir ayuda a sus amigos y familiares cuando la necesite.
  • Trastorno bipolar en niños: Cómo ayudar a su hijo a prevenir episodios maníacos

En algunos niños con trastorno bipolar, la depresión puede causar síntomas debilitantes. Para obtener información acerca de cómo controlar la depresión infantil, vea el tema Depresión en niños y adolescentes.

Medicamentos

Los medicamentos para el trastorno bipolar en adultos han sido bien estudiados. Pero se está investigando más la eficacia de los medicamentos y si son seguros para niños y adolescentes.

Cuando usted y el médico de su hijo decidan qué tipo de medicamentos van a utilizar, tenga en cuenta:

  • Los efectos secundarios de cada medicamento y lo bien que puede tolerarlos su hijo.
  • Con qué frecuencia deberá tomar su hijo los medicamentos.
  • Si su hijo está siendo tratado por otras enfermedades o trastornos y cómo esos medicamentos interactuarán con los medicamentos para el trastorno bipolar.
  • Si su hijo ha utilizado alguno de los medicamentos previamente y si funcionaron.

Antes de recetar medicamentos para tratar el trastorno bipolar, su médico le hará preguntas acerca de una posible conducta suicida.

Asegúrese de usar todos los medicamentos exactamente como se los recetó el médico de su hijo. Si su hijo tiene efectos secundarios intolerables debido a cualquier medicamento, llame a su médico de inmediato.

Opciones de medicamentos

Los medicamentos más utilizados para tratar el trastorno bipolar en niños y adolescentes son:

  • Estabilizadores del estado de ánimo , como:
    • Litio (por ejemplo, Eskalith o Lithobid).
    • Carbamazepina (por ejemplo, Tegretol).
    • Divalproex (Depakote).
    • Lamotrigina (Lamictal).
    • Valproato (Depacon).
  • Antipsicóticos , como:
    • Aripiprazol (Abilify).
    • Quetiapina (Seroquel).
    • Risperidona (Risperdal).
  • Antidepresivos , tales como los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (SSRI, por sus siglas en inglés), como la fluoxetina (por ejemplo, Prozac).

Aunque los antidepresivos pueden ser útiles para algunos niños con trastorno bipolar, también pueden desencadenar manía. Los médicos suelen recetar antidepresivos junto con estabilizadores del estado de ánimo o antipsicóticos para ayudar a prevenir un episodio maníaco. Y el médico debe vigilar cuidadosamente los cambios de estado de ánimo del niño. Los antipsicóticos se pueden usar solos, o se pueden combinar con estabilizadores del estado de ánimo para un control más eficaz de los episodios maníacos.

Efectos secundarios

Los medicamentos para el trastorno bipolar tienen efectos secundarios que deben ser controlados. Hay cosas que no se pueden cambiar, como orinar con más frecuencia (común con el litio). Pero usted puede manejar algunos efectos secundarios como el aumento de peso (común con varios medicamentos usados ​​para tratar el trastorno bipolar), aumentando el ejercicio y reduciendo la ingesta de calorías.

Usted puede colaborar con su hijo y con su médico para encontrar la manera de hacer frente a los efectos secundarios. Si los efectos secundarios de un medicamento son intolerables, es posible que el médico tenga que cambiar la dosis o el medicamento.

Advertencia de la FDA

La Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (U.S. Food and Drug Administration o FDA, por sus siglas en inglés) ha emitido una advertencia acerca de los medicamentos antidepresivos y del riesgo de suicidio. Hable con su médico acerca de los posibles efectos secundarios y las señales de advertencia de suicidio.

Otro tratamiento

La mayoría de los niños con trastorno bipolar necesitan medicamentos. Pero otras formas de tratamiento utilizadas junto con medicamentos juegan un papel importante en el equilibrio del estado de ánimo y la mejora de la calidad de vida. La asesoría psicológica, la educación sobre el trastorno y la reducción del estrés pueden ayudar.

Tratamientos psicológicos

La asesoría psicológica acompañada de medicamentos ha sido utilizada con eficacia para manejar el trastorno bipolar. Los tipos de terapia que utilizan los consejeros para tratar el trastorno bipolar incluyen:

  • Terapia cognitivo-conductual. Se concentra en modificar determinados patrones de pensamiento y de conducta.
  • Terapia interpersonal y de ritmo social. Se concentra en relaciones familiares y sociales y problemas relacionados. Enseña a los miembros de la familia sobre el trastorno. Estos aprenden a reconocer señales de recaídas y a manejar lo que crea estrés en cada miembro de la familia. Esta terapia también ayuda a establecer y a mantener un horario regular para la vida social y el sueño.
  • Terapia de resolución de problemas. Es un tipo de terapia cognitiva que le ayuda a encontrar soluciones inmediatas a sus problemas.
  • Terapia familiar. Ayuda a educar y dar apoyo a la familia entera.
  • Terapia de juego para los niños muy pequeños.
  • Educación psicológica y grupos de apoyo.
  • Terapia dialéctico-conductual. Se concentra en el desarrollo de habilidades para manejar los cambios de estado de ánimo.

En algunos casos, la terapia electroconvulsiva (ECT, por sus siglas en inglés) puede ser una opción. En este procedimiento, se aplica una breve estimulación eléctrica al cerebro a través de electrodos colocados en la cabeza. La estimulación produce una breve convulsión que se cree que equilibra las sustancias químicas del cerebro.

Terapia complementaria

Medicina complementaria es un término que designa una amplia variedad de prácticas de cuidados de salud, que pueden seguirse junto con el tratamiento médico convencional. Algunos estudios sugieren que añadir ácidos grasos omega-3 a los medicamentos (como el litio) puede ayudar a reducir los síntomas depresivos del trastorno bipolar en algunas personas. Los ácidos grasos omega-3 no parecen tener un efecto en los síntomas maníacos del trastorno bipolar. Y los ácidos grasos omega-3 por sí solos no son un buen tratamiento para el trastorno bipolar. No son una alternativa a medicamentos ni a otra terapia usada para tratar el trastorno bipolar.nota 3, nota 4

Referencias

Citas bibliográficas

  1. American Psychiatric Association (2013). Bipolar and related disorders. In Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, 5th ed., pp. 123–154. Washington, DC: American Psychiatric Association.
  2. American Academy of Pediatrics (2011). Clinical Report—Sports drinks and energy drinks for children and adolescents: Are they appropriate? Pediatrics, 127(6): 1182–1189.
  3. Sarris J, et al. (2012). Omega-3 for bipolar disorder: Meta-analyses of use in mania and bipolar depression. Journal of Clinical Psychiatry, 73(1): 81–86.
  4. Montgomery P, Richardson AJ (2009). Omega-3 fatty acids for bipolar disorder. Cochrane Database of Systematic Reviews (1).

Créditos

Revisado: 20 octubre, 2022

Autor: El personal de Healthwise
Evaluación médica:
John Pope MD - Pediatría
Kathleen Romito MD - Medicina familiar
Elizabeth T. Russo MD - Medicina interna
David A. Brent MD - Psiquiatría Infantil y Adolescente

Credits

Current as of
10 20, 2022
Author
El personal de Healthwise
Medical Review
  • John Pope MD - Pediatría
  • Kathleen Romito MD - Medicina familiar
  • Elizabeth T. Russo MD - Medicina interna
  • David A. Brent MD - Psiquiatría Infantil y Adolescente